Mezcla de elementos vintage y de tendencia en Alcazaba Premium Hostel

Hace poco tuve la ocasión de visitar un nuevo establecimiento de la capital malagueña, Alcazaba Premium Hostel , un edificio que me cautivó por su ubicación inmejorable en una calle histórica con vistas a la Alcazaba y por su proyecto arquitectónico y decorativo, que incorpora las últimas tendencias en sus espacios interiores.

Elste nuevo hostel está ubicado en la calle Alcazabilla, en el mismo centro de Málaga, a la espalda de la alcazaba y a solo unos pasos del futuro museo de Bellas Artes y la Catedral.

Se encuentra en un edificio histórico que ha sido rehabilitado y reformado para tal fin, ofreciendo tanto habitaciones dobles y sencillas como habitaciones colectivas dotadas con literas, que es lo característico de un hostel.

Tiene distintos espacios exteriores con vistas a muchos puntos de la ciudad de Málaga. No es un único espacio exterior sino que aglutina varias terrazas distribuidas en diferentes niveles y con diferente ubicación, pero conectadas entre sí con escaleras y un precioso ascensor acristalado donde han mantenido el suelo hidráulico.

Lo bonito de este hostel es que han mantenido el sabor retro de los suelos antiguos del edificio, mezclados sabiamente con elementos de tendencia y jugando con materiales actualizados.

En la entrada del edificio encontramos todo el sabor vintage con el suelo de mármol blanco con esquinas en negro que tanto me gusta, al pie de la escalera antigua que da acceso al resto del edificio, en la que han dejado las paredes de ladrillo visto en contraste con una señalética muy actual, enmarcada en madera e iluminada.

Al subir a las habitaciones encontramos paredes forradas en madera natural con toques de elementos rojos. Unas habitaciones acogedoras y de diseño muy limpio y funcional,  al igual que los baños, que son espaciosos y alicatados en blanco.

Seguimos subiendo plantas y nos encontramos con una agradable zona de estar, con sofás, sillones para relajarse o ver la tele, incluso un área con ordenadores para navegar. En esta zona se siguen manteniendo los suelos de mármol hidráulicos combinados con cemento pulido y las paredes en ladrillo visto.

En el espacio se mezclan diferentes modelos de sillas, sillones y sofás, mezclando los colores rojo, verde y negro con la calidez de la madera, creando un espacio acogedor desde el que se puede divisar la Alcazaba de Málaga.

Desde esta zona podemos acceder al restaurante del hostel, Batik, un espacio muy agradable y con un interiorismo cuidado en el que os recomiendo comer.

Hay una sala de mesas bajas para sentarse a comer relajadamente en la que destaca la limpieza de las sillas de ABS blanco y la armónica mezcla de estampados del suelo hidráulico y las mantelerías.

Me encanta el contraste con los techos industriales y las cálidas paredes de madera, mezclados con el colorido de los cojines en los bancos corridos que combinan los tonos celestes, verdes y naranjas. Otro detalle que me pareció muy original fue el mural con el logotipo del hostel en cesped verde sobre la madera.

El espacio del restaurante alberga otra zona más informal con mesas altas que utiliza taburetes metálicos de estilo retro, entre los que encontramos los famosos modelos Tolix en colores gris y verde, de las que ya os hablé en este post.

Desde el propio restaurante podemos acceder a La Terraza de la Alcazaba, tres terrazas comunicadas que son una visita obligada sobre todo para tomar una copa por la noche y contemplar la Alcazaba malagueña iluminada.

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